Protocolo para un beso (iraní)
Me lo acaba de recordar una amiga en las redes sociales. Se ha liado «parda» porque una actriz iraní ha besado en público a un hombre en el Festival de Cannes. Me gustaría analizar muy friamente la escena, así que la diseccionaré:
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Que una mujer de religión musulmana bese en público a un hombre no está bien visto en ningún país del mundo que profese esa religión.
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Barack Obama ya metió la pata cuando, por querer demostrar cercanía a la premio nobel de la Paz, Suu Kyi, la beso y abrazó en público. En aquella ocasión, por razones que no alcanzo a entender, el mismo medio de comunicación que hoy sutilmente critica la actitud de la nación iraní reprendió a Obama por su actitud pública.
¿Entonces? Entonces todo lo del beso es pura estrategia de comunicación diseñada por esta actriz iraní bien para darse publicidad, bien para manifestar con hechos lo que siente y no puede verbalizar. Si así fuera, me parece que toda persona debería de gozar de la libertad necesaria para actuar tal y como su conciencia le dicte siempre y cuando ello no implique menoscabo de la libertad de los demás. Que una mujer bese a un hombre de la forma que lo ha hecho la Sra. Hatami no menoscaba la libertad de nadie.
© Juan de Dios Orozco López
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2 comentarios
No había leído este post antes de publicar el mío, me ha parecido interesante la reflexión que haces sobre el marketing en los besos y como se puede alterar un país por algo tan ridículo, pero para eso están las tradiciones y no vamos a ser ni tú ni yo, quienes las cambiemos.
Estimado Alfredo, muy cierta tu reflexión. No cambiaremos nada. Sin embargo, a veces -este es un ejemplo- hay una intencionalidad clara por parte de la actriz iraní que ha hecho su efecto.
Gracias por estar ahí.
JDD Orozco